August 22, 2016 | Author: Alejandro Mora Aguilera | Category: N/A
1 Sismo Resistencia en las Entrañas de Caral Julio Vargas-Neumann 1, Carlos Iwaki 2, Álvaro Rubiños...
Sismo Resistencia en las Entrañas de Caral 1
Julio Vargas-Neumann1, Carlos Iwaki2, Álvaro Rubiños3
Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, Perú,
[email protected] 2 Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, Perú,
[email protected] 3 Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, Perú,
[email protected] (511) 6262000 Av. Universitaria 1801, Lima, Perú Tema 7: Soluciones Antiguas, Históricas e Innovadoras para la Prevención del Daño y la mejora del Desempeño ante los Desastres Naturales Palabras claves: Pirámides, Estabilidad, Sismorresistencia, Refuerzos
Resumen: La gran antigüedad de la ciudad de Caral y el nivel de ingeniería descubierto en sus pirámides, permite concluir que sus tecnologías constructivas influyeron en el desarrollo de la arquitectura ceremonial del Perú y América. Una primera revelación es que sus pirámides eran estructuralmente firmes gracias a la estabilidad de sus núcleos. Las pirámides eran plataformas estables y escalonadas, producto del enterramiento de las precedentes. La concepción espiritual-religiosa asociaba con la concepción estructural. El edificio era tratado a semejanza de los seres vivos que pretendían inmortalizarse junto a sus deidades y al cumplir su etapa de vida, era enterrado para generar una estructura piramidal escalonada mayor. Los entierros de las pirámides se hacían con materiales específicos y con tecnologías desarrolladas para lograr la estabilidad global de la pirámide frente a los sísmicos. Los núcleos de las plataformas eran conformados, vía prueba y error, por materiales cada vez con más fricción interna y mayor porcentaje de vacíos (piedras angulosas), para aumentar su estabilidad lateral. La mayor revelación fue el uso de refuerzos con capacidad de tracción. Inventaron unas bolsas de fibra vegetal, que contenían piedras acomodadas en equilibrio estable que lograban un sólido comportamiento sismo resistente en los núcleos de las pirámides. Fueron los precursores de la tecnología de los actuales gaviones. Las fachadas de piedra y barro, eran estéticas, enlucidas y decoradas. Eran la mutante piel de la estructura inmortal. Adicionalmente en Caral se desarrolló la tecnología de madera, caña, fibras vegetales y barro, llamada Quincha, re-utilizada en la arquitectura colonial de Lima, como solución sismo resistente luego de los catastróficos terremotos de 1687 y 1746. Este documento es presentado por el grupo estructural de Caral, parte de un equipo interdisciplinar, que describe los detalles de la investigación desarrollada en la pirámide La Galería, donde se comprueba el notable avance en ingeniería sismo resistente desarrollado en Perú hace más de cinco mil años. 1. Los Desastres Naturales y la velocidad del desarrollo constructivo y global. Las perspectivas europeas sobre el “Nuevo Mundo”, podrían estar distorsionadas en cuanto a su historia pre-hispana-mudéjar. El encuentro de Europa y América no se destacó por rescatar el valor cultural y el contenido histórico del nuevo espacio hallado tras los mares. El arte y técnicas constructivas nativas fueron poco valoradas. El descubrimiento y estudio de sitios históricos durante los últimos 15 a 20 años, como Sechín Bajo, Caral, Ventarrón, Chavín de Huántar, Kotosh, Huaca Prieta, que tienen entre 3500 a más de 5000 años de antigüedad, demuestran que se trata de edificaciones, templos, lugares ceremoniales, centros de peregrinación y ciudades, contemporáneas 1
con las obras dinásticas del antiguo Egipto. Hecho que ha cambiado recientemente la historia del Perú y América. Sus monumentos grandiosos también trascendieron las dimensiones humanas y encierran secretos de avanzado conocimiento tecnológico. Una característica muy particular en esta zona del mundo es la enorme actividad sísmica y los fenómenos El Niño. Éstos significaron desastres recurrentes agravados por la vulnerabilidad de las primeras construcciones que fueron hechas con los materiales más accesibles: la tierra y la piedra. Las pirámides de Caral (ver Fig.1) fueron contemporáneas con las mastabas de adobe que cubrían las tumbas egipcias, en los tiempos de su primera dinastía, 3 000 AC y con las primeras pirámides de piedras de grandes dimensiones. La tecnología de Caral fue tan destacada, que a pesar de los terremotos, lluvias y sequias, mantuvo un mismo nivel de desarrollo que en el antiguo Egipto, donde la actividad sísmica es tan solo de leve a moderada (Sayed A.Dahy, 2010). Pero la civilización de Caral solo perduró cerca de 1000 años. Otros desastres naturales como el fenómeno de El Niño, crearon períodos de lluvias y sequías prolongadas que devastaron la agricultura y la pesca con fenómenos catastróficos que cambiaron hasta la ubicación del litoral, mientras en Egipto 31 dinastías desarrollaban sin interrupción su tecnología constructiva. Hagamos un ejercicio de comparación. Hacia el año 2750 AC (en la segunda dinastía egipcia) se erigió la pirámide escalonada de Saggara, la primera construida solo de piedra labrada. La cada vez mayor dimensión de las piedras utilizadas (megalitos), buscando la grandiosidad arquitectónica, hacía innecesario usar mortero de barro en las juntas de la mampostería. La estabilidad se conseguía en base al tamaño, al peso y a la fricción. En las zonas montañosas del Perú también se vivió este proceso hacia la eliminación del mortero de tierra. Se llegó a un mismo nivel de desarrollo. Sin embargo, no duró 500 años como en Egipto, sino siete veces más, es decir los 3500 años transcurridos entre Caral y Tiahuanaco que logró trabajar piedras también megalíticas buscando grandiosidad, sin uso del mortero de barro. Esta técnica de construcción seca, fue transmitida luego a los Incas, que construyeron en Ollantaytambo, Cusco, Machu Picchu y otros lugares, obras megalíticas monumentales sin morteros de tierra. La reflexión sobre la diferencia de velocidad de desarrollo tecnológico, podría encontrar explicación en la recurrencia de desastres naturales que sufre la zona occidental de América, especialmente terremotos y fenómenos de El Niño. Cada gran sismo colapsaba las estructuras que ya habían sido dañadas de manera recurrente y acumulativa, por terremotos de severidad intermedia, bastante más frecuentes. El avance tecnológico constructivo fue posible dentro de un proceso de prueba y error, pero mucho más lento que en áreas de menor actividad sísmica y desastres naturales. La ingeniería estructural sismo resistente es bastante más compleja que la ingeniería estructural para áreas sin actividad sísmica. Este entendimiento sobre la complejidad tiene que ver también con los métodos y criterios de conservación del patrimonio edificado. Caral debe haber sido abandonado, como muchas culturas posteriores peruanas y americanas, por una combinación de desastres que produjeron hambrunas y epidemias. El mundo de la preservación patrimonial se debería dividir en dos: el de las áreas sísmicas y el de las áreas no sísmicas. También podría dividirse en áreas de desastres naturales y áreas sin estos fenómenos. Perú y América occidental requieren criterios de conservación patrimonial diferentes a los universalmente adoptados. Una investigación reciente (Hsiang et al, 2011) sustenta estadísticamente la posible relación entre los conflictos sociales o guerras civiles y los desastres naturales. En los trópicos y sub-trópicos, los fenómenos de El Niño convierte ciertas zonas en más cálidas 2
y secas, donde estadísticamente las sociedades en hambruna se vuelven violentas. En efecto, después del Niño de 1789-93 se produce la Revolución Francesa y después de El Niño de 1983-85, explotó en Perú la violencia de “Sendero Luminoso” que nace en Ayacucho. Casos parecidos ocurrieron en Angola, Haití, Birmania y muchos otros países. Desplomes
Piedras agrietadas
Desplomes
Colapsos Desplomes y deformacione s Colapsos
Desplomes Concentració n de esfuerzos
Deformacione s Desplomes Mortero deteriorado
Fig. 1- Pirámide escalonada La Galería, Caral, Perú. Construcción de piedra y tierra. 2 700 años AC. Muestras de deterioro. Foto de los autores. Mortero 2. La Ciudad de Caral y la Pirámide de la Galería deteriorado La ciudad de Caral formó parte de una de las 6 civilizaciones más antiguas del planeta y es la más antigua del continente americano. Se originó hace aproximadamente 5000 años en la parte Central-Norte del Perú. Se ubicó en el valle del río Supe, en la provincia de Barranca, a 184 km al norte de Lima. La ciudad se encontraba a 24 km del litoral, a 350 m.s.n.m y ocupaba 66 hectáreas (Shady et al. 2009). Caral estuvo conformada por una decena de edificios públicos piramidales, dentro de los que destacan el Edificio Piramidal Mayor, el Central y el de La Galería. La fig.1 muestra una imagen del Edificio La Galería. El Edificio Piramidal “La Galería” es la tercera estructura más grande de la ciudad sagrada de Caral. Alcanza 18,6 metros de altura y tiene un volumen aproximado de 30 000 metros cúbicos. Se cree que esta pirámide cumplió funciones político-administrativas (Shady et al. 2009) y es representativa de los materiales y tecnología utilizados en Caral. El edificio está constituido por plataformas superpuestas delimitadas por muros de mampostería de piedra y barro. A los diferentes niveles se accedía por escaleras. Las plataformas fueron construidas en diferentes fases, que se iniciaban por el entierro de las estructuras de la fase anterior y finalizaban con la construcción de nuevos muros perimetrales y nuevos niveles de pavimentos. Se ha descubierto que los entierros estaban compuestos mayormente por rellenos organizados para mejorar la estabilidad en base a conceptos de sismo resistencia. Los muros, en algún momento externos, cumplían básicamente funciones de fachada y no de contención. Más adelante se explica con mayor detalle dicha configuración estructural. 3
3. Los Núcleos estructurales sismo resistentes encontrados en la Pirámide de la Galería. La antigüedad de la ciudad sagrada de Caral permite afirmar que las tecnologías desarrolladas en este lugar fueron la base del desarrollo tecnológico del Perú y gran parte de América. Las primeras investigaciones muestran algunos criterios estructurales comunes con otros edificios ceremoniales contemporáneos pero aislados como Sechín Bajo, Las Haldas y los de culturas posteriores como, Ventarrón, Kotosh, Chavín de Huántar (que en su momento fue considerada la civilización matriz), Cupisnique, Moche, Nazca, Tiahuanaco y finalmente los Incas. Uno de los conceptos estructurales más interesantes está relacionado con el enterramiento de las estructuras precedentes. La concepción espiritual-religiosa se mezclaba con la concepción tecnológica. El edificio era considerado como un ser vivo respetado, que al cumplir su vida útil era enterrado en vez de ser demolido. El resultado era una estructura piramidal compuesta por sucesivos entierros estructurales. Los terremotos desestabilizaban estas pirámides y obligaban a, vía prueba y error, ir mejorando el material y la tecnología de sus núcleos. En Caral, todo parece indicar que inicialmente se utilizaba las piedras de canto rodado para conformar los núcleos. Estas piedras son propias de los lechos de rio que se caracterizan poseer un ángulo de reposo muy bajo y por lo tanto un empuje lateral muy alto, impropio para la estabilidad dinámica (sísmica) de rellenos. Para ganar rugosidad aprendieron a quebrar los cantos rodados utilizando el fuego (piedras termo-fracturadas) y también mezclaron las piedras con barro para aumentar la estabilidad. Posteriormente recurrieron a utilizar canteras de piedra angulosa con mayor rugosidad aún. Otro paso importante fue suprimir el uso del barro en el núcleo, aumentando significativamente el porcentaje de vacios lo cual disminuía el peso específico de la masa del relleno y por tanto los empujes laterales que son los que determinan la estabilidad del núcleo. En un cierto momento, la tecnología para estabilizar los núcleos, dio un salto cualitativo muy importante. Un cambio que sorprende hasta el día de hoy. Los habitantes de la zona de Caral eran agricultores y pescadores, conocían el algodón, tejían telas y redes de pesca, conocían los juncos, totoras y más tarde la “cortadera” una especie más resistente de junco traída de las zonas altas. Crearon bolsas enmalladas para transportar objetos, y así nacieron las Shicras. (Ascencios. 2009). Descubrieron que las Shicras podían trabajar como un refuerzo para los núcleos de las plataformas (Vargas et al. 2011). Las fibras y bolsas de fibras tenían una capacidad de tracción, distinta al de los materiales frágiles (grumos de barro seco y piedras) que eran abundantes y accesibles. Hacerlos trabajar juntos fue muy ingenioso, la bolsa rellena de piedras era una unidad constructiva de grandes virtudes. Era fácilmente transportable y la capacidad de tracción de las fibras controlaba la tendencia que tienen las piedras colocadas unas sobre otras a desmoronarse o rodarse.. Las bolsas llenas de piedras servían para conformar los nucleos de las pirámides. Éstas no trasmitían fuerzas laterales a sus vecinas, por tanto podían crear montículos de piedras embolsadas que tenían una estabilidad en sí mismos, tenían núcleos estables que mejoraban el comportamiento estructural del relleno, especialmente cuando eran sometidos a vibraciones y fuerzas de inercia laterales durante los terremotos. Caral es precursora de la moderna tecnología de los gaviones. Estas bolsas de redes de fibra vegetal (junco, cortadera, etc.) que contenían un volumen de piedra (Fig. 2) se llamaban Shicras. Son un elemento constructivo que constituye un concepto muy adelantado para su época y que podrían tener usos modernos eficientes en la estabilidad de taludes y control de movimientos de tierra. Se han encontrado Shicras 4
con volúmenes que pueden llegar a pesar entre 15 kgf a 2000 kgf. El resultado de su uso fue la exitosa construcción de montículos armados o pirámides estables con características sismo resistentes óptimas. Se determinó patrones de rellenos con Shicras que se diferenciaban en su disposición, cantidad y su interacción con otros materiales como son la grava y las piedras grandes. El concepto de montículos armados es un concepto precursor, propio de la modernidad. Es un criterio estructural asociado al control de desplazamientos vía refuerzos, en vez de aumentar la resistencia del material constitutivo, que se desploma cuando los terremotos producen fuerzas grandes y esfuerzos mayores a la resistencia de los materiales. Los códigos de construcción más modernos, para diferentes materiales, utilizan criterios de diseño basados en el desempeño o control de desplazamientos, antes que criterios de diseño basados en la resistencia (Vargas et al.2011). El mérito de este salto tecnológico, superó al utilizado por los egipcios contemporáneos. Algunas Mastabas egipcias de mampostería de adobe, tienen vestigios de piezas de madera usadas como refuerzos locales (dinteles), pero no refuerzos distribuidos en todo el núcleo. Esto se debió a la necesidad de que los núcleos de las pirámides de Caral, fueran sismo resistentes y no simples rellenos.
Fig. 2 - Shicras de junco proporcionando estabilidad al relleno. Se aprecian rellenos con bordes planos verticales en equilibrio, que soportaban la sobrecarga superior y ampliación zona de Shicras. Foto de los autores.
La característica estructural de los núcleos hizo que los muros o paramentos de fachada no tengan una función estructural importante. Su finalidad era proveer una superficie de fachada enlucida o pintada, y delimitar el edificio. Los núcleos superaban los terremotos y las pirámides eran estables. Los paramentos eran vulnerables, pero su colapso no afectaba le estabilidad global de las pirámides. Investigaciones realizadas en campo midieron la esbeltez de los paramentos y los volúmenes de los núcleos estructurales asociados, y se determinó que debido a sus características geométricas y físicas los paramentos no hubiesen sido capaces de soportar los empujes laterales, si no existieran las Shicras. Los núcleos eran estables frente a los terremotos, pero los paramentos se podrían desplomar y reconstruir (Vargas et al.2011). 5
4. Descripción de los Núcleos encontrados en La Pirámide de La Galería. El comportamiento dinámico de los núcleos estructurales frente a cargas sísmicas varía en función de la disposición de sus componentes. Se ha podido determinar al menos 3 tipos de configuraciones de núcleos estructurales en la pirámide “De La Galería”. El primer tipo de núcleo estructural y el más común, está compuesto casi integramente por Shicras rellenas con piedra angulosa (a veces cantos rodados). Su altura era algo menor a la del paramento exterior y luego de erigido el paramento, se rellenaba el vacío entre éste y el núcleo con grava angulosa (ancho de 200 a 300 mm).
Fig.- 3. Esquema del 1er tipo de núcleo del Edificio La Galería. Foto de los autores.
Como variante, en algunos casos se “encajonaban” los núcleos cada cierto tramo con muros internos paralelos y transversales al paramento exterior (formando una retícula vista en planta). Ver Fig. 4. Éstos estaban conformados por piedras angulosas asentadas con paja-barro (gran volumen de paja y muy poco barro).
Fig.- 4 .Esquema de la variante del primer tipo de núcleo estructural. Foto de los autores.
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El segundo tipo de núcleo estructural, añade un muro de piedras grandes sin mortero o pirca seca, que separa el núcleo de Shicras y el relleno de grava angulosa (Ver figura 5). En los muros muy largos, por razones prácticas embolsaban en Shicras también el relleno de grava angulosa, pegada al paramento de fachada. Posiblemente eran casos de ampliaciones o reconstrucciones donde se rehacía el paramento en una nueva posición hacia el exterior.
Fig.- 5. Esquema del segundo tipo de núcleo estructural. Foto de los autores.
El tercer tipo de núcleo estructural, parece corresponder a los períodos más tempranos, antes de haber empleado las Shicras. Efectivamente, el núcleo tiene piedras sueltas angulosas, solución de gran rugosidad y poco peso unitario (mejora y supera la técnica de los primeros rellenos de piedras redondas de río y tierra, de piedras redondas cortadas y tierra, de piedras angulosas de cantera y tierra). Se encuentran solo en las partes bajas del edificio piramidal. Este tipo de relleno, fue luego ampliamente superado por las bolsas de Shicras. 5. Paramentos o muros de fachada de piedra y mortero de tierra. Los paramentos no eran elementos estructurales que pretendieran contener rellenos y núcleos. Eran elementos decorativos de ordenamiento de fachadas. La resistencia de las pirámides estaba confiada a los núcleos y no a los paramentos. Se entendía que los núcleos eran estables ante los terremotos, no así los paramentos, que podían ser reparados más fácilmente. El paramento inferior que se apoya sobre el suelo, presenta en general piedras grandes (1.00 – 1.50 m). Las juntas están rellenadas con piedras pequeñas y anchas de aproximadamente 200-300 mm llamadas Pachillas. Esto permite colocar mortero de barro en menores áreas dentro de las juntas que ahora resultan de 20 a 50 mm controlando más eficientemente el agrietamiento del barro. La altura de estos paramentos puede llegar hasta 3.0 m y su espesor es de 400-700 mm. Las piedras mayores se ubican en las esquinas. Hay piedras de muy diferentes tamaños, pero las piedras grandes se escogían para la base, como es intuitivo y se explica por la dificultad de elevarlas. Las piedras para las esquinas eran valiosas y se re-utilizaban en las ampliaciones. Se ha podido verificar que los paramentos de este estilo se cimentan sobre el suelo natural en una capa de 100-150 mm de grava y barro. 7
En las plataformas superiores, se presenta un paramento típico que es el más abundante y está conformado por un arreglo relativamente homogéneo de piedras de tamaños entre 300-500 mm. Las formas de las piedras, siendo irregulares, tienden a ser rectangulares y sus bases horizontales. Es evidente un buen trabajo de labrado. Entre las piedras se encuentran pachillas de 100-200 mm de ancho, las que disminuyen el espesor del mortero de barro a 20-50 mm. Es utilizado en las plataformas escalonadas que descansan sobre otra plataforma anterior y no sobre el suelo. La altura de los paramentos existentes es alrededor de 1.60 m y alcanza en algunas zonas una altura máxima de 2.10 m. El espesor varía entre 350-400 mm. Como una variable, de estas plataformas superiores, se presentan algunos paramentos muy desordenados, no solo por la irregularidad de las piedras (menos trabajo de labrado), sino porque se pierde el ordenamiento horizontal, no hay “hiladas” o capas. Es posible que estas variaciones dependan de los equipos de trabajo y las épocas de las ampliaciones, que se dieron en las diferentes pirámides de Caral. Los paramentos eran enlucidos y pintados. Lo que demuestran la función de cierre y ordenamiento arquitectónico. Los enlucidos eran de arcilla de gran calidad y paja para evitar el agrietamiento. Conocían la manera de evitar fisuras mezclando las arcillas con partículas de arena gruesa y controlar las grietas con paja para evitar que las microfisuras de secado (Vargas et al. 1984). 6. La Quincha Sismo Resistente. Otro desarrollo tecnológico muy importante originado en Caral es la Quincha, conocida en otras zonas de América como “bahareque”. La quincha es una tecnología de construcción que utiliza entramados de madera, caña o fibras vegetales revestidos con barro para conformar muros, que finalmente se enlucen con tierra arcillosa y paja. Los muros de quincha, resultan ser una estructura elástica, de poco espesor y peso, que posee un comportamiento sismo resistente muy eficiente por su gran capacidad de disipación de la energía que provocan los terremotos. Las estructuras de quincha que se encuentran en las plataformas superiores de la pirámide “La Galería”, presentan un entramado conformado por troncos de Huarango verticales, de 150-300 mm de diámetro, distanciados aproximadamente cada 400-600 mm y elementos horizontales conformados por atados de 4-6 cañas de 25-40 mm de diámetro, distanciados 100-200 mm, amarrados entre sí. El amarre es con cuerdas de fibra vegetal. Tienen un enlucido de barro colocado en 2 o 3 capas de 50 mm. La primera capa está compuesta por un barro de color gris oscuro, menos arcilloso. La segunda y tercera capa están conformadas por un barro amarillo con arcillas de gran calidad plástica y adhesiva. Todas las capas tuvieron material orgánico (grama o paja). Se puede observar aún en algunas partes que el acabado final era una pintura de color blanquecino. La ubicación de la quincha en la parte superior del edificio tronco piramidal, no es casual. La Quincha en un material distinto, de menor peso, de mayor elasticidad y flexibilidad y de otra expresión arquitectónica. Tiene muy buen comportamiento sísmico y su uso debe haber obedecido a las necesidades de los espacios que conformaban. Por ejemplo a la probable existencia de cuberturas livianas y seguras, que aporten sombra y ventilación a ambientes de uso por tiempo extendido, no sólo de tránsito.
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a) Estructuras de Quincha
b) Entramado
Fig 6. La quincha más antigua encontrada en América. Fotos de los autores.
7. Conclusiones La pirámide “La Galería” es una estructura de plataformas superpuestas y escalonadas, resultado de ampliaciones y entierros sucesivos que fueron conformándose durante un extenso periodo de tiempo, que podría ser del orden de 1000 años, según opinión recibida de los arqueólogos. Esta pirámide, es bastante representativa del resto de pirámides o montículos edificados en Caral, existiendo obviamente diferencias de formas geométricas y probablemente de usos. Se ha demostrado que el elemento estructural más importante lo conformaban los núcleos estructurales que proveyeron de estabilidad a la pirámide. Esta estabilidad estaba basada en el uso de refuerzos que por su capacidad de tracción, controlaban las fuerzas dinámicas (producidas por los terremotos). También se ha demostrado que los muros de piedra no cumplían funciones estructurales de mayor importancia (salvo las de su propia estabilidad). Solamente servían para delimitar el exterior del edificio y proveer una superficie vertical que podía ser enlucida, pintada y o decorada. El elemento de refuerzo principal de los núcleos estructurales fueron las Shicras. Éstas controlaban las deformaciones y desplazamientos, de forma semejante a los gaviones contemporáneos. Sin embargo las Shicras han sufrido un proceso de deterioro que ha ocasionado la pérdida de sus características estructurales primigenias. Los sismos de los siglos posteriores, derribaron los paramentos y la exposición de las Shicras a la intemperie y los rayos ultra violeta, mermó su durabilidad y resistencia. Las Shicras y la Quincha son comprobaciones fehacientes y contundentes del desarrollo del conocimiento sismo resistente de Caral y los alrededores del Valle de Supe. La división del mundo en zonas sísmicas y no sísmicas, ha creado recientemente conciencia que debe existir una diferencia fundamental en los conceptos estructurales de conservación, que terminan definiendo los procesos de intervención. Ello plantea la necesidad de usar nuevos criterios de diseño para la recuperación patrimonial, basados en el desempeño estructural sismo resistente. Significa que se debe controlar los desplazamientos de los elementos agrietados por los terremotos, especialmente los conformados con materiales frágiles y vulnerables. Esto no es otra cosa que el uso racional de refuerzos (con capacidad de resistir tracciones) con características de mínima intervención, compatibilidad con el material, tecnología original y reversibilidad. En el Perú se desarrolla un movimiento que intenta establecer criterios o principios propios a la actividad sísmica y a la gran vulnerabilidad de los materiales que conforman su patrimonio cultural, como es la tierra, la piedra asentada con barro, la Quincha, etc. Es 9
en base a estos principios que debe buscarse soluciones de consolidación para complejos arqueológicos como los de Caral. Se requiere formar equipos interdisciplinares que desarrollen y discutan las alternativas existentes para cada caso. Mientras antes se conformen éstos, más pronto se obtendrán decisiones y resultados para la preservación. BIBLIOGRAFÍA Asencios R. 2009. Investigaciones de las shicras en el sitio precerámico de cerro Lampay. Tesis para optar por el título profesional de licenciado en arqueología. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima, Perú.
Shady R, Cáceda D, Crispín A, Machacuay M, Novoa P, Quispe E. 2009. Caral – La civilización más antigua de las Américas: 15 años develando su historia. Lima, Perú.
Vargas J, Bariola J, Blondet M, Metha P.K. 1984. “Comportamiento Sísmico de la Mampostería de Adobe”. Publicación DI-84-01 Dpto. Ing. Pontificia Universidad Católica del Perú.
Ministerio de Vivienda. 2001. Norma Técnica Peruana E-030. Diseño Sismorresistente. Servicio Nacional de Normalización, Capacitación e Investigación para la Industria de la Construcción (SENCICO). Lima. Perú.
Vargas J, Iwaki C, Rubiños A. 2011. Evaluación Estructural del Edificio Piramidal La Galería. Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe. Fondo del Embajador EEUU.
Curricula Julio Vargas Neumann. Ingeniero, Profesor Principal Universidad Católica del Perú, Investigador de Construcciones de Tierra sismorresistentes, ex-Vice Ministro de Vivienda, Premio Nacional de Cultura en Ciencias y Tecnología 1985/86, Presidente Comité Especializado Norma NTE.E-080 Adobe, miembro de ISCEAH, ISCARSAH, ICORP/ICOMOS, Junta Directiva ICOMOS Perú. Condecoración Orden al Mérito. Ministerio de Vivienda del Perú. Carlos Iwaki. Ingeniero Civil Univ. San Antonio Abad, Cusco. MSc. Ingeniería Estructural PUCP. Primer puesto concurso nacional ANR (2007). MSc Structural Analysis of Monuments and Historical Constructions Univ. Minho / Univ. Padua. Ingeniero Estructural Senior GMI S.A, Lima.
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